2.9.07

Vida en Pareja (y II)

En abril tuve mi primera divagación acerca de la necesidad de vivir en pareja, dentro del marco de las necesidades en general. Hoy he descubierto otra razón por la que la mayoría de la gente vive en pareja. El tedio. Por cierto, ahora que lo escribo, recuerdo que también es la razón por la que muchas parejas rompen. Desarrollemos la idea.
El viernes el Pollezno nos invitó a cenar. Fuimos a su casa la pareja Rusorosa, una amiga de Mirja, el Chama, y yo. Los pobres anfitriones se habían dejado la piel y buena parte de armonía en preparar la cena. Aunque cenamos en el suelo, porque la mesa de 2 que tienen hubiese sido algo estrecha, nos pusimos como el Kiko. La verdad, no se por qué tanto estrés, siempre se puede recurrir a alguna cena en casa del mono para tranquilizarse por la calidad de la propia. Lo malo de la cena fueron las bebidas de alto octanaje y distinta procedencia. A la segunda ronda se había hecho añicos mi inicial intención de volver a casa como buen chico (estaba muerto después del squash) y acabamos saliendo en tromba, como siempre. En el centro, el golpe de gracia vino de mano de nuestra amiga y conocida Absenta. Menos mal que Chama hará de cronista para aclararnos los pormenores de la noche, pero al parecer hubo risas, carreras, violencia, gore, pizza... Yo me retiré en el bus de las 2. Como no iba sentado de frente y me suelo marear en los buses, me tuve que bajar antes de llegar a Hervanta y encontrar mi camino a casa atravesando un bosque. Menos mal que no llovía, pero llegué a casa muerto de frío. Ya llegamos casi a los 0 grados por las noches y el viernes por la tarde granizó!
Lo 'bueno' de salir el viernes es que tienes todo el fin de semana para hacer cosas chulas... si es que te diviertes haciendo cosas solo. El sábado fui solo a ver Sunshine, ni fu ni fa. Sólo había frikis en el cine. Soy yo uno de ellos? Markku este fin de semana no estaba, así que ni con él pude contar. Y la guinda: Después de la película, sábado por la noche, a la oficina, a trabajar un rato. Y el extremo se consumó hoy. Como todos mis 'amigos' están afectados por el virus membrillus babosus, tuve que dedicarme a labores de bricolaje! Sin presiones externas, sólo con la desesperación del aburrimiento colgué mi cuadro y puse una barra de cortinas en la puerta que va al ropero de mi habitación. Es el primer cuadro que cuelgo en mi piso! Ya no sonará tanto el eco cuando hable en casa. En las fotos también podéis ver lo que veía antes de mi cama y lo que veo ahora. La cortina esta es una solución provisional (por los siguientes 7 meses), pero al menos no se ve todo el desorden del ropero.
En definitiva: Otra razón por la que hay parejas es para no pasar aburridos los fines de semana. Un día te das cuenta de que todos tus amigos se han convertido en gemelos siameses de hecho y si tú no tienes tu propio anexo con el que discutir del color de la nueva tapa del inodoro, jugar a las cartas o ir a un balneario, te tocará hacer cosas ridículas como aspirar el piso o colgar cuadros durante el fin de semana, ya que tus amigos están jugando a las cartas en el inodoro del balneario con sus parejas.
Feliz mes de septiembre para todos, lleno de aventuras!
T

8 comments:

Edu Gil said...

Yo, que he probado ambas cosas, ante un fin de semana sin amigos, prefiero colgar tapas de inodoro en las paredes. Para gustos los colores (de las susodichas tapas de inodoro).

Edu-Madrid

Tobias said...

Pues pensándolo, creo que es buena opción. Llenar una pared de tapas de todos los colores y poner debajo cualquier tipo de sorpresa. Bueno, seguro que ya está inventado en alguna muestra de arte moderno. Lo peor es que si los cuelgas a baja altura y te despiertas por la noche para aliviar la vejiga, puede haber errores graciosos.
Un abrazo, Edu!
T

Juan Pablo Arenas said...

Huy, la pareja, esto me recuerda que hace poco me llamaron inmaduro por no tener "oíslo" -así llamaba Cervantes a la parienta- .
Para friqui mi amigo el arcipreste de Hita, que en ese país antes llamado España dijo algo muy cierto: "El mundo por dos cosas trabaja: la primera, por aver mantenencia; la otra,por aver juntamiento con fembra placentera". Se nota que el Arcipreste sabía de qué iba el cuento y no creo que lo aprendiese en los libros, sino que a buen seguro habría por ahí cerca una monjita joven con los pechos tersos con quien anduvo practicando las tesis aristotélicas. Está claro que los solteros empecinados somos una desviación biológica que acaba con nuestra especie mejor que cualquier meteorito. Siempre me ha admirado que mis antecesores resolviesen tener hijos en medio de plagas, guerras y hambrunas. Había una tenacidad que yo no puedo entender en un aldeano de Hispania al que después de que habían pisoteado romanos, visigodos, árabes, bizantinos, y cualquier bárbaro que estuviese por ahí perdido, cogía el arado y seguía teniendo hijos y cuidándolos. Supongo que gracias a gente así estamos hoy por estos lares diciendo necedades, pero admito que la vida en pareja se me antoja espantosa y mazmorrera. Acaso termine rodeado de gatos y hablando con los geranios: no lo sé. Pero después de verme en esas dantescas cenas familiares de mi ex-novia, que duraban horas y horas, en las que solo repetía: "hombre, eso es como todo"; y tras la última experiencia germánica y nupcial, se me han agotado las ganas de enganchar parienta. Al menos en los próximos años.

Tobias said...

Qué grande la frase: "hombre, eso es como todo..." Mejor inmaduro para siempre que oir esa frase repetida una y otra vez. Con esto no quiero decir que no exista la posibilidad de que haya una buena elección o una pareja con la que valga la pena. Pero mejor esperar a que pase, no? Saludos a los geranios!
T

Juan Pablo Arenas said...

Ahora más en serio. He estado enamorado y he probado las mieles de tener el corazón cautivo. He llorado, he implorado, me han puteado, he hecho daño a sabiendas, aunque sin quererlo. He estado en todas las márgenes. No siento que mi vida haya sido baldía y quizá por autoengaño o por convicción me gusta estar a mi aire. No envidio a mis amigos con novia y menos cuando veo cómo les administran el tiempo. Ya sé que todas las parejas no son iguales, pero a mí, en este momento, hasta mis rollitos me resultan incordiantes. Soy un ratón de biblioteca y un onanista y no puedo pasar ni un día sin hacer las dos cosas. El otro día me di el gustazo de quedarme solo con mis libros y venga leer. Leía dos páginas, luego consultaba algo en interné, después leía algo más. ¿A ver qué novia española no te monta un pollo histérico por no querer verla con la excusa de que tienes que leer? Ninguna lo ha entendido. Es curioso: pero me seduce más la idea de la paternidad que tener pareja y hacerme amigo de sus amigas y de su hermano y de los primos y de los abuelos... y luego tener que ir a bodas, cumpleaños de primos, hermanos, amigas...hacerme amigo de los novios de amigas y de las novias de los primos y luego tener discusión de sábado noche por mirar demasiado a la amiga del hermano de la prima segunda. (Aún añoro a Bea, una amiga de mi última novia. Era hermosa y turgente y creo que ella me deseaba también. Ah, esas miradas furtivas de deseo con quién no debes...)

Tobias said...

Hombre JP, eso es como todo. (uuups, se me ha escapado, jajaja) Es el problema de lo que se considera normal en la sociedad que te rodea. Te ha llevado al extremo de considerar que comprarse un coche no solo es conducirlo y disfrutarlo, sino que tienes que hacer favores a los amigos, mantenerlo con mil cuidados, etc.
Sí que es curioso eso de la amistad familiar inducida, creo que tienes razón. Acabas saliendo con el hermano y con cenas de concuñados. A veces mola, aún recuerdo las risas con el Pertur. Otras veces son cosas que SE SUPONE que tienes que hacer. Ante eso, como recomienda el Madero, di NO. Si hemos llegado al punto en el que me la trae floja lo que piensen de qué me pongo o de con quién me acuesto, por qué me va a importar lo que piensen de cómo llevo mi relación?
Jajaja, divagaciones teóricas con experiencias empíricas del pasado...
Un abrazo!
T

Anonymous said...

La mejor frase es: "he hecho daño a sabiendas aunque sin quererlo". Está genial. La vida en pareja...no hay estado ideal en la vida de las personas, somos incoformes por naturaleza, es lindo compartir muchas cosas, pero cuando mi color es blanco y el del otro azul, ni ganar ni perder con y contra esta persona es super.
Tobias, un abrazo
Diana Vélez

Tobias said...

Cuánta razón también en las letras de Diana. Me ha encantado tu elección de colores, como la bandera de dónde? ;)
Un abrazo muy fuerte para tí y Alejo!
T