Hoy he esforzado mis neuronas económicas después de un pequeño calentón en la oficina de correos. Los finlandeses tienen su estado del bienestar y para sustentarlo se pagan impuestos a diestro y siniestro. No molesta tanto, porque realmente ves que con esos impuestos se hacen cosas que acaban beneficiándote directamente. Por ejemplo, yo puedo hacer una obra en mi casa y desgravar un porcentaje del gasto en mano de obra. Esto es lo que he hecho cuando serraron la pared e instalaron los nuevos cables de luz. Al ir a pagar los impuestos pregunté si necesitaban las facturas y me dijeron que no, que se fiaban. Ahora me llega una carta pidiéndome los justificantes. Y encima, no les vale por correo electrónico, sino que tiene que ser por correo tradicional. No son tan avanzados aquí? Así que me voy a correos a mandar mis facturas. En correos no venden sobres normales. O compras un pack de 100, o compras un sobre en el que cabría una familia de pastores con su rebaño o compras uno de esos con acolchamiento. O compras uno suelto pintado de colores pastel a 55 céntimos. Pues me jode comprar un sobre por 55 céntimos, cuando el pack de 100 vale 2€, y encima que parezca un sobre de invitación a boda. Y menos mal que pasó Eurovision, que hasta entonces vendían sobres con Lordi. La opción b), el pack de 100 sobres tampoco es útil, porque luego nunca está cuando los necesitas y acabas teniendo 3 packs que nunca usas y luego aparecen cuando ordenas el piso o la oficina y no sabes en dónde meterlos. Así que ajo y agua y a comprar el maldito sobre. Esto es lo que pasa cuando un servicio público se convierte en una empresa, aunque sea de propiedad estatal, con su único objetivo de sacar pasta en vez de servir.
También corroboré el otro día lo fácil que se está poniendo hacerse gordo en occidente, como ya dicen en Supersize Me. Me hice una ensalada de rucola (o como se diga en español). La rucola 1.5€. 2 tomates, 0.75€. 250g de pollo, 2€. Un poquito de queso parmesano, unas nueces y el aliño, total: 5€ + hacer la compra + hacer la comida.
Alternativa: Martes, día del ahorro en el Zarillo. Plataco de hamburguesa y patatarras por el mismo precio, en el centro y charlando con amigos. Desde muchos puntos de vista, es más atractivo comer gordo que comer sano y mucho más barato. Y así nos estamos poniendo. Aquí tenéis una foto del día de las hamburguesas. Fijaos en la cara del cocinero al fondo mientras preparaba nuestra cena. En fin, ahorramos dinero para gastar salud y gastarnos los céntimos ahorrados en sobres pintados sin sentido.
Con el rollo económico, el fin de semana pasado, en las fiestas de Tampere (Tammerfest), descubrí cómo ahorrar más aún que saliendo los martes al Doris con su noche de los 2€: Te quedas en casa con tu noche de los 0€, viendo una peli 'prestada' de internet. Ahora vuelvo a tener energías para 'ahorrar' mañana martes.
Todas estas divagaciones de lunes al sol al menos me han traído un tierno recuerdo de mis abuelos y de lo que quizás fuese mi primera lección de economía ibérica. Siempre que íbamos a visitar a mis abuelos, normalmente cada fin de semana, los abuelos nos daban una propina para gastarnos en nuestros vicios. Era un pago semisecreto. Primero la abuela Lina nos separaba a los nietos de los hijos, llamándonos un momento a la habitación. Allí nos apretaba en la mano una reluciente moneda de 100 pesetas a cada uno. Luego fueron monedas de 200, esas plateadas que durante 2 o 3 años eran más pequeñas que las de 100 y que no sonaban al caer. Al rato, cuando ya estábamos de nuevo a lo nuestro, llegaba el abuelo Felipe. El era un auténtico 'el padrino' y no se andaba con secretitos.
Feliz semana.
T
También corroboré el otro día lo fácil que se está poniendo hacerse gordo en occidente, como ya dicen en Supersize Me. Me hice una ensalada de rucola (o como se diga en español). La rucola 1.5€. 2 tomates, 0.75€. 250g de pollo, 2€. Un poquito de queso parmesano, unas nueces y el aliño, total: 5€ + hacer la compra + hacer la comida.

Con el rollo económico, el fin de semana pasado, en las fiestas de Tampere (Tammerfest), descubrí cómo ahorrar más aún que saliendo los martes al Doris con su noche de los 2€: Te quedas en casa con tu noche de los 0€, viendo una peli 'prestada' de internet. Ahora vuelvo a tener energías para 'ahorrar' mañana martes.
Todas estas divagaciones de lunes al sol al menos me han traído un tierno recuerdo de mis abuelos y de lo que quizás fuese mi primera lección de economía ibérica. Siempre que íbamos a visitar a mis abuelos, normalmente cada fin de semana, los abuelos nos daban una propina para gastarnos en nuestros vicios. Era un pago semisecreto. Primero la abuela Lina nos separaba a los nietos de los hijos, llamándonos un momento a la habitación. Allí nos apretaba en la mano una reluciente moneda de 100 pesetas a cada uno. Luego fueron monedas de 200, esas plateadas que durante 2 o 3 años eran más pequeñas que las de 100 y que no sonaban al caer. Al rato, cuando ya estábamos de nuevo a lo nuestro, llegaba el abuelo Felipe. El era un auténtico 'el padrino' y no se andaba con secretitos.
- Toma, hijo, para 'pipas,'y nos daba el sueldo, normalmente algo mayor que el de la abuela. Un día me pilló solo y al ir a darme la propina tuve un arrebato de rectitud protestante:
- Abuelo... es que... la abuela ya nos ha dado 200 ptas.No tardó en contestarme:
- Cállate! Lo que haga la abuela con su dinero es asunto suyo y lo que yo haga con el mío es mi problema. Lo único que tienes que hacer tú es dar las gracias y nunca poner pegas cuando alguien te quiera regalar dinero. De lo contrario vas a irte de aquí con 200 pesetas y cara de tonto, mientras tu hermano y tus primos se van con 700 y tan contentos...Iba a comentar esta anécdota, pero me voy a despedir para saborear un poco más este recuerdo tan bonito y que me ha vuelto con extraña claridad.
Feliz semana.
T