Ayer, después de comer en casa porque en la Uni nos ponían las sobras que no quisieron comerse los animales de la granja, retomé con Jarkko nuestros partidos de squash. La verdad es que no sé qué inspiración tuve ayer, pero le pegué una buena paliza, 5 juegos a 0. Santi, ven ahora a jugar con nosotros al squash, que te haremos besar el parquet, jajajaja. Hemos incluido en nuestra rutina squashera el ir al Lidl de compras después de jugar. Esto es un gran error, ya que después del partido siempre tenemos un hambre bestial y nos dejamos una pastizara en cada compra.
Después estuve remoloneando en casa, convencido de que por fin me acostaría temprano y podría descansar de la dura semana. Hasta que... Ringgg!! Ingo (YOU SUCKKK!!!) al teléfono: 'Bajamos a tomar una cerveza?' Al final el tío hábil me lió y accedí a bajar a tomarnos una cerveza tranquilitos y regresar pronto para casa. Intenté convencer a mis otros amigos de Hervanta, pero como siempre, matarile. Por otro lado, esto me reafirmaba en mis planes de volver temprano y dormir lo suficiente, ya que había quedado con un nuevo vecino hoy por la mañana para enseñarle algunas zonas comunes de nuestra comunidad. Así que nos tomamos una sidra en el Ale Pupi, que parece siempre el bar del Retorno del Jedi, con tanto ser inclasificable dentro. A las 0:30 Ingo me arrastró al Doris. Bueno, hay un bus a la 1:10 y otro a las 2:10. Aún puedo cumplir mi objetivo. Ah, pero el muy malvado tenía su venganza planeada con el famoso truco de los chupitos de salmiakki. Un par de rondas y luego unos Dringos (no se como se llama la bebida, pero se la hicieron especialmente para Ingo y estaba buena) y con el Doris bien animado se nos hicieron las 2. Ahora era yo el que no quería irse, y fue entonces cuando se consumó la venganza y me dejó solo en el Doris. Así se quedó de contento:
(foto de otra noche, pero es Ingo)
Ahora dudo si fue una 'Schweinada' o una 'Ratteada.' Pero bueno, yo ya estaba contento y como en el Doris siempre hay alguien conocido, pues seguí disfrutando la noche. Estuve un rato con Miguel, un amigo portugués con el que jugamos al fútbol los miercoles y con sus amigos y así hasta el cierre del Doris. Otro día redondo, incluso me sacaron a bailar la última canción lenta y esta vez era guapa y todo. Al final, como la semana pasada, acabé vagando muerto de frio por las calles hasta que llegó el bus nocturno con su horario impredecible por las vacaciones de semana santa. Los buses nocturnos son un mundo en sí mismo que merecerían mayor estudio. Siempre a) hay alguien conocido, b) hay muchos borrachos, c) hay borrachos que tienen ganas de bronca. Cuando por fin me pude sentar, la chica que estaba detrás de mi tenía que aguantar a su amiga que estaba a mi lado para que no se me durmiese encima. A mi derecha un africano y tres italianos gritándose por una tontería. Al final el africano no se bajó en su parada y se quedó el resto del viaje mirando con cara de asesino a la italiana, que era la que más cizaña le metía. Igual se bajaron juntos y se hicieron amigos todos?
Cama a las 5, despertar a las 9:30 y visita guiada por mi edificio, con legañas y oliendo a bar. En la comunidad tenemos una habitación-lavandería, con lavadoras que funcionan con monedas. Esta mañana por fin descubrí en dónde está, cuando fui a preguntarle a una vecina. La señora, muy maja, me enseñó la lavandería, las habitaciones para secar la ropa y además el trastero-frigorífico. Y yo creía que no tenía, pero sí que tengo. Es una habitación que está refrigerada, para guardar conservas, patatas, botellas de vino y demás. Muchas comunidades de vecinos cuentan con una, pero yo hasta hoy no supe que tenía. Yuhuu! Mi propiedad ha crecido en 0.5 metros cuadrados! Al final fue una mañana muy didáctica para mi nuevo vecino, cuyo nombre no recuerdo porque es indio y para mi. Luego me pegué un rato con el linux y sobre las 4 no aguanté más y me fui a al sobre a echar la siesta. Intenté que fuese de máximo 2 horas, pero estaba muerto y me di el lujo de dormir 3 horas y media.
Ahora voy a cenar algo y a volver debajo del edredón, por si mañana vuelve a llamar la noche...
T
Después estuve remoloneando en casa, convencido de que por fin me acostaría temprano y podría descansar de la dura semana. Hasta que... Ringgg!! Ingo (YOU SUCKKK!!!) al teléfono: 'Bajamos a tomar una cerveza?' Al final el tío hábil me lió y accedí a bajar a tomarnos una cerveza tranquilitos y regresar pronto para casa. Intenté convencer a mis otros amigos de Hervanta, pero como siempre, matarile. Por otro lado, esto me reafirmaba en mis planes de volver temprano y dormir lo suficiente, ya que había quedado con un nuevo vecino hoy por la mañana para enseñarle algunas zonas comunes de nuestra comunidad. Así que nos tomamos una sidra en el Ale Pupi, que parece siempre el bar del Retorno del Jedi, con tanto ser inclasificable dentro. A las 0:30 Ingo me arrastró al Doris. Bueno, hay un bus a la 1:10 y otro a las 2:10. Aún puedo cumplir mi objetivo. Ah, pero el muy malvado tenía su venganza planeada con el famoso truco de los chupitos de salmiakki. Un par de rondas y luego unos Dringos (no se como se llama la bebida, pero se la hicieron especialmente para Ingo y estaba buena) y con el Doris bien animado se nos hicieron las 2. Ahora era yo el que no quería irse, y fue entonces cuando se consumó la venganza y me dejó solo en el Doris. Así se quedó de contento:
(foto de otra noche, pero es Ingo)Cama a las 5, despertar a las 9:30 y visita guiada por mi edificio, con legañas y oliendo a bar. En la comunidad tenemos una habitación-lavandería, con lavadoras que funcionan con monedas. Esta mañana por fin descubrí en dónde está, cuando fui a preguntarle a una vecina. La señora, muy maja, me enseñó la lavandería, las habitaciones para secar la ropa y además el trastero-frigorífico. Y yo creía que no tenía, pero sí que tengo. Es una habitación que está refrigerada, para guardar conservas, patatas, botellas de vino y demás. Muchas comunidades de vecinos cuentan con una, pero yo hasta hoy no supe que tenía. Yuhuu! Mi propiedad ha crecido en 0.5 metros cuadrados! Al final fue una mañana muy didáctica para mi nuevo vecino, cuyo nombre no recuerdo porque es indio y para mi. Luego me pegué un rato con el linux y sobre las 4 no aguanté más y me fui a al sobre a echar la siesta. Intenté que fuese de máximo 2 horas, pero estaba muerto y me di el lujo de dormir 3 horas y media.
Ahora voy a cenar algo y a volver debajo del edredón, por si mañana vuelve a llamar la noche...
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