17.11.08

NNNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!



Por qué? No es justo! Además, justamente cuando iba a ir a disfrutar de ella. Ayer cayó una institución en Tampere… Ayer ardió mi querida sauna de Kauppi. (más fotos aquí) El reducto de paz y relajación en el que recuperarse los domingos de los duros fines de semana… ya no está! Hoy hemos tenido que ir a otra sauna, bastante más lejos del centro que la de Kauppi. No estuvo mal, también en el lago. En cambio el calentador de las piedras era eléctrico…no es lo mismo! Sólo espero que se decidan rápidamente a construir una nueva y podamos bañarnos aún este invierno en el lago helado. Tampere no es lo mismo sin la sauna de Kauppi, hasta la menciono en una de cada 7 entradas!
Mientras tanto, la vida sigue a su ritmo: Halloween en Helsinki, cena y sauna en la cabaña de Kintulampi, salidas, ayer bailoteo exagerado en el Pink, la homodisco de Tampere, despedidas, festival de cine cubano, cena hispanoalemana con duelo Wurst vs. Chacina, entrenamientos, cumpleaños. El viernes fui a uno en el que el yo era el bicho raro: todos con sus ropajes negros, piercings por todos lados, tatuajes, hasta cicatrices provocadas adrede. También el viernes tuve un éxtasis gastronómico: Teníamos una reunión con mi jefe, mis dos compañeros del curro y yo. A mi jefe le había regalado otro compañero de Turquía unos dulces de su tierra, todo cucos ellos en su cajita de madera de balsa y con su papelito sobre el que estaban puestas. Al cabo de un rato de reunión el jefe nos ofreció para probar. Entre la bolita de coco y la de pistachos, escogí la última, y, como era pequeña, me decidí a exprimir al máximo el sabor, mordiéndola poco a poco, diferenciando los sabores que componían el dulce. Le di el bocado, y mientras el sabor entraba poco a poco en todos los recovecos de mi boca, pude observar como del pedazo de dulce que quedaba en mi mano salía, poco a poco, un gusanaco de unos 1.5 cms y se ponía a arrastrarse por la mesa de la reunión. La reacción fue unánime y síncrona: todos escupimos nuestro dulce, aunque a uno le dio más vergüenza y estuvo pensando con su bocado en la boca hasta que el jefe le pasó la papelera. Lo mejor es que el pobre jefe ya se había zampado media caja… Menos mal que por la noche, en la fiesta de los heavitorros una amiga preparó unos пельмени deliciosos con los que olvidar el bicharraco. Los gusanos sólo con tequila, por favor.
Ahora me voy a dormir, que llevo una semana que no me reconozco: tres días he tenido que ponerme el despertador y he tenido más correspondencia de trabajo que personal. Es el fin? Tengo que volver a encarrilar mi vida. A ver si cae la primera gran nevada, hoy ha habido un poco de aguanieve ya...
Buena semana!