15.2.09

La coronación del absurdo

Ya va siendo hora de que ponga algunas fotos y escriba algunas chorraditas por aquí, que desde que volví de Barna estaba un poco desaparecido. El caso es que desde que celebramos la fiesta de cumpleaños de Pedro se han venido acumulando situaciones sin sentido. La Golfa y el Ruso llevaron a Луна a la fiesta, probablemente temiendo que la pobre niña no vea ya muchos más cumpleaños del Sr. Esteban. La celebración se desató con la llegada de los regalos de cumpleaños y el cuerno infernal, que pegó un susto a la pobre Luna que costó tranquilizarla de nuevo. Esta vez el gran beneficiado de la fiesta fue Ingo, qué imán! Es que con esa gorra está irrestistible...
Acabamos en el Doris, pero Anna y yo nos retiramos a casa a las 2, ya que por el día habíamos estado esquiando y acudido al cumpleaños de Sanna antes de ir al de Pedro.
Esa semana fuimos a jugar con los alemanotes un juego de mesa alemán, llamado 'el Grande,' de esos en plan Risk, pero con muchas más reglas. Se fue casi una hora en explicarlo y al pobre Thorsten le desesperamos. Ahora descubro que echo de menos el sencillo parchís! Voy a ver si se lo encargo a alguien... En fin, después de la partida del 'Grande' que no llegamos a finalizar, me fui con Matthias para pillar el bus para casa. Dos buses se nos escaparon en las narices y decidimos acortar por el lago para interceptar el siguiente bus. Para llegar al lago había que bajar por una pequeña ladera. Pan comido sin nieve, pero con la nieve era otra historia y al apartar las ramas de un árbol que tenía delante, estas se me escaparon y me pegaron un buen latigazo en el ojo y en la mejilla. Menos mal que lo cerré y me dio en el párpado (vergüenza, he tenido que buscar 'párpado' en el diccionario, no me acordaba). Y al final tampoco pillamos el bus...
Al día siguiente llevé a patinar sobre hielo a Naomi, una japonesa. Parecía Chicho Terremoto, pegando gritos todo el rato y haciendo aspavientos con los brazos. Al final, los patines que le dejé se rebelaron y la pobre se pegó una buen espaldarazo contra el hielo. Para más inri, la pobre no hablaba bien inglés, pero de maravilla el turco (?!??).
Esa semana fuimos a celebrar al Doris que habían echado a Thorsten del curro. Crisis a porrillo. Yo quería ir a casa, pero se dio la absurda situación de que nos reunimos 4 y yo era el nexo débil entre los 4, así que tuve que aguantarme hasta las 3 con un alemán, una rusa y un italo-ghanés. En estas me pregunta una chica: 'Tú eres español?' Yo no había dicho palabra en español esa noche en Doris, así que me sorprendió cómo lo sabía... 'Es que jugamos contra vuestro equipo de Kyykkä en 2003!!!' Pero claro, la pobre dio con Memento y no pude acordarme. Al menos el italo-ghanés sacó petroleo de la situación e invitó a la chica y a su amiga a cenar el viernes. Me pasé con la japonesa algo más tarde. Las finlandesas habían dado buena cuenta del vino y la conversación iba subiendo de tono. Una de ellas había empezado a practicar baile en barra, como las strippers, y no se cortaba en mostrar posturitas. La pobre Naomi, que no entendía mucho, sólo veía a la otra gesticular y captaba alguna palabra por allí y por allá: 'sex,' 'blow-job,' 'mirror...' así que rápidamente puso pies en polvorosa.
El fin de semana pasado fue de esquí, con la rabia de no haber podido aprovechar el primer día de sol y nieve el martes. Primero fui al lago que hay cerca de casa y me lo esquié de punta a punta, unos cinco km. + otros cinco por pistas. Había bruma y esquiar por el lago solo me trasladaba a una situación de película de James Bond, escapando de los agentes enemigos y buscando a mi contacto sobre el lago helado. Aquí está mi contacto:
Claro, la miopía ayuda en estos casos a la imaginación, ya que realmente se trataba de un árbol. No tiene sentido un árbol en medio del lago, pero los vecinos marcan con pequeños abetos la localización de agujeros que hacen para pasar redes por debajo de la capa de hielo y pescar.
Al día siguiente me pegué la machada de ir al Taivalpirtti. Unos 10 km de ida. Lo peor es que salí tarde y ya me había perdido 2 veces antes y con luz. Así que oscureciendo iba a ser la risa perderse con varios grados bajo cero. Pero al final otro esquiador me indicó un atajo y llegué bastante bien a casa, acortando por encima del Hervantajärvi.
Por la tarde fui con Matthias a la sauna y acabamos con un chocolate caliente en el Telakka. Enla mesa de enfrente había un niño de unos 18 años, agarrado a su bebida, mirando através de nosotros y sonriendo como tonto. Cuando volví a alzar la vista, estaba ya en nuestra mesa (como en el juego del escondite inglés) y seguía con esa sonrisa. Nos pidió si podía sentarse con nosotros, se sentó y no dijo nada. Sólo sonreía, como tonto. A los 10 minutos le di algo de conversación. Resulta que se estaba recuperando. Del fin de semana? No, acababa de salir del hospital. Algún accidente de deporte? No, le acababan de soltar del manicomio. Igual estaba bajo el efecto de algún medicamento, pero Matthias y yo miramos de reojo si llevaba algún hacha o kalashnikov escondido por entre las vestimentas...
Y el colmo del absurdo llegó el martes, que me hice un esguince. La versión oficial es que resbalé sobre el hielo caminando para casa (al parecer no te cubre las radios el seguro de trabajo de otra manera) y me cargué el tobillo al caer sobre él de culo. Hay rumores que dicen que estuvimos entrenando система en la nieve y que una de las llaves fue mal y ... CRAACKK!! Rumores totalmente infundados! En cualquier caso tengo la suerte de que solo sea un esguince y tenga que cojear con una venda... El mismo dia que pasó incluso salí al Doris. Un amigo finlandés, Miika, que hacía mucho no veía y estaba de vacaciones de su preciosa esposa rusa, me obligó a bailar Nirvana. Al decirle que mi pie no estaba para esos trotes, el muy majete se agachó y sujetó mi pie perjudicado para que pudiese bailar con el otro...
De todas maneras, después he estado descansando y este fin de semana he rechazado incluso ir a una fiesta de estudiantas del país vecino. Por favor, que no haya sido un error!
Y ya está, ahora me voy a ver una peli alemana. Recomiendo 'The Fall'. No se cómo pasó más o menos desapercibida cuando salió.
Feliz semana!