27.10.08

Me las pagarás

Si realmente existes y tienes una consola de mando con botones con los que mandar tormentas, responder a rezos y controlar la vida de las personas, que sepas que esta no la paso. No perdono que jugando al Resident Topi le dieses al mando de ‘coincidencias azarosoputeantes e hilarantes.’ No es justo que me tengas meses arrastrándome a casa solo después de otra noche de desenfreno en la ciudad para ponerme en las manos el viernes más de lo que pueda cargar. Ese día fue la Karonkka de mi amigo Jarkko, la celebración por su doctorado. Enhorabuena, Dr. Jarkko! Es una velada extremadamente formal, de traje, con charlas, dedicatorias, cena a lo grande y baile. Esa misma noche tenía yo visita de Helsinki, a quien prometí acoger en casa después de escaparme de la Karonkka a medianoche y de acabar la noche en el Doris. Así que cuando el baile comenzó media hora antes de la hora acordada con mi visita, ya me olía que no iba a salir nada como lo había planeado. A la tercera canción me sacó a bailar la chica más guapa de la fiesta, preciosa con su traje de noche ceñido al cuerpo de profesora de aerobic y tras dos bailes ya casi me daba vergüenza el show que estábamos montando entre los profesores de universidad. Bien que aprovechan aquí la igualdad entre mujeres y hombres, al menos a la hora de manosear… A las dos conseguí ordenarle a mis piernas que me llevasen al Doris, escapando escopetado, sin mirar para atrás y sacrificando mi chaqueta con la esperanza de volverla a recuperar otro día. En el Doris estaba mi visita entretenida con Vinod, Germán y Mirja. Germán estaba casi ofendido conmigo porque ‘me había conseguido para mí’ a la amiga de su novia y yo había venido tan tarde que ya se la estaba trabajando un Dorisero cualquiera. Pero durante lo poco que hablé con ella parecía que los dos disfrutábamos. Y encima… mi invitada me saluda y casi al momento se abalanza sobre mí. Esto no es justo! Desesperado le enseñé a Germán los mensajes sonrojantes que me estaban mandando desde la Karonkka, y él, en su gran sabiduría, me alivió cogiendo mi teléfono y dejándolo caer en un vaso de agua. Por lo menos el teléfono estuvo sin volver a molestar hasta la mañana siguiente…
Por cierto, para los que hacíais mofa de mí por mis vestimentas: La primera frase que me dijo la moza en la fiesta de Doctorado fue ‘Vaya corbata tan bonita que llevas!’ Hala, a reíros al cine con Torrente!

Así que ya sabes: basta ya de reírse conmigo. Además, si no lo llego a pensar detenidamente, encima se me hubiese podido subir a la cabeza y ahora podría creer que realmente les estaba gustando a las chicas. Pero te he pillado y ahora entiendo por qué tanto interés: El Dorisero de la de Germán estaba acabado de lo borrachuzo que iba, y mi invitada estaba sufriendo el serdo-dance de Vinod, así que yo era el mal peor en ese momento.
Aunque claro, siguiendo este razonamiento sería justo incluir en las cuentas los grandes momentos en la sauna y la germano-cena posterior, en la que conocimos a una japonesa que aparte de su idioma, sólo habla algo de finés y está viajando por Finlandia viendo pequeños conciertos en bares. También debería contabilizar siempre los minutos de calorcito mental cuando me sientas delante a aquellos ojos ya conocidos, pero cuyo efecto sigue siendo el mismo (entre otras cosas, la Goofyzación de mi cara y el babeo durante la conversación). Y la posibilidad que me brindas de poder visitar a mi dentista favorita de vez en cuando, mientras sus pobres padres se encargan de todos sus cuidados, tampoco tiene precio… Así que creo que vamos a dejarlo por esta vez y considerar que todo va yendo más o menos como debería ir…
Buena semana!

5 comments:

Juan Pablo Arenas said...

Tremendo Tobías, que dirían en Cuba en ese castellano jugoso y sabrosón que hablan allá. La furia y la rabia que rezuma tu texto han hecho que se me sacudiera la cepeú y que el monitor temblase cual chabola situada sobre un epicentro. Nada más arrancar la lectura me dejaste a cuadros con tu Resident Topi. No me arrugué antes tal empresa y acudí a mi viejo camarada Gúguel, quien en su tercer resultado me daba la solución: Resident Topi eres tú. Me costó hallar la solución. Debe ser a causa de que los mesetarios somos de sesera dura. No sé qué me originó más pavor si saber que existes para Gúguel o percibir tu rabia. No solo tu sintaxis iracunda daba miedo sino que te cernías amenazador como Alarico avanzando sobre Roma. Tobías estaba, definitivamente, muy cabreado.

Recuerdo una deliciosa criatura cuyas idioteces tuve que aguantar al objeto de conseguir la golosina deseada. El sagrado fruto me era vedado una y otra vez y me acusaba de rijoso y de propasador compulsivo. Al final, pasó lo que tenía que acontecer. Fue desflorada por un amigo canalla quien sabía muy bien el método de acabar con tanta zarandaja: ir directo al grano sin miramientos y sin poemas zafios. Me quedé con la misma cara que tiene una vaca viendo pasar un tren. De nada sirvieron mis reniegos ni blasfemias: el premio se lo llevó no el más caballeroso sino el más caradura.

No olvides que si tú te acercas a la moza más guapa del baile eres un baboso Pero si la valquiria más hermosa del guateque se roza con cualquier varón es una miembra ejerciendo su libre derecho al tonteo. Vista la oportunidad que perdiste por necio y por mendrugo, te aconsejaría que terminases tus días con la dignidad de un patricio romano y que te sumergieses en un baño caliente cortándote las venas. Como le recomendaba Tom Hagen en El Padrino II a Frank Pentangeli.

Por cierto: a mí me gusta tu corbata.
JP

Tobias said...

Jajaj es que hay que joderse, JP, con los caprichos de la vida. De hecho, pensándolo mejor, también voy a echarle la culpa de no haber tenido las pelotas (ni tampoco la idea) de haber propuesto algun menaje de tres o cuatro. Esto de tener a alguien de quien quitarte responsabilidades es un chollo!
Pero bueno, se lo que me espera ahora durante varios meses, y si alguna vez se da otra conjunción de astros de esta, intentaré tener amigos cerca para sacar el mayor provecho compartido.
Gracias por tu consejo patricio, pero pasarlo a la práctica aquí en Finlandia es un poco más dificil que en España. Aquí las bañeras son la excepción y eso de rajarse las venas en una ducha quita el placerillo ese de verse teñir el agua en el que estás de rojo. Hacerlo en casa de algún amigo con bañera queda un poco guarro. La Golfa tiene una con luces, seguro que haría un efecto muy chulo...
En fin, viva Epi y vivan sus colegas.
Un abrazo!
T

Juan Pablo Arenas said...

Si es que me muero y no te educo, como decía Jose Mari. ¿No te había dicho cienes de veces que hay que promover el torcimiento cervical de las señoras a fin de lograr que haya un intercambio oral? Pues esto es igual. Y yo sé la razón. Por mucho que hablemos de igualdades y de miembras y de gaitas, pesan mucho millones de años de relaciones en las que el macho toma la iniciativa y la hembra aguarda paciente. Los viejos roles triunfan y a la mujer siempre le seduce un macho lanzado y con morro. Esa es la fórmula mágica. Y no hay más. Hasta la tía más buena es una mujer repletita de inseguridades. Lo olvidamos con demasiada frecuencia.

JP.

Juan Pablo Arenas said...

¿Quién es ese querubín que yace sobre ti? Yo quiero uno. ¿Sabes si los venden hechos?

Tobias said...

Hombre, visto así incluso es una operación de riesgo compartido... En el peor de los casos acabas con un moflete hinchado y ella con un esguince de cuello, así que es un riesgo asumible, jajaj. Ah, la sabiduría de la Villa... se nos olvida aquí en los pueblos.
El angelito que me está sacando un colmillo es la hija de la Golfa y el Ruso. Creo que en algunos lugares los venden hechos, aunque difícil que sean tan ricos como este ;)
T