1.12.08

Weissröckchen

Comenzar esto con ’La Palmo’ sería repetitivo. Pero es que no hay más tu tía: La palmo. Este fin de semana estuve en Helsinki entrenando 'sistema' y visitando a una amiga. Vinieron unos entrenadores rusos de Tallinn y madre mía, soltaban leches como panes. Cada vez que enseñaban a hacer un ejercicio, normalmente con Vesku de ejemplo (el chaval que nos entrena en Tampere) tenía que taparme la boca para no gritar de la pena que me estaba dando. Y los dos tan contentos, uno dando, el otro recibiendo y partiéndose de risa, después de recuperarse. Cuando habían demostrado el ejercicio, se abrazaban, y a practicar. Están chotados estos rusos... Hoy entrenamos con cuchillos romos y así quedó mi torso. Menos mal que eran romos, si no, hubiese estado gracioso verme haciendo la fuente al tomarnos la cerveza de despedida.
Pero lo mejor de todo fue esto: El martes de hace casi dos semanas amaneció así:
Y ya a la mañana siguiente, tuvimos esto:

Y encima el fin de semana cayó una buena tormenta de nieve, la gente se resbalaba por la calle y Thorsten y yo casi nos perdemos por falta de visibilidad yendo a Nokia para probar otra sauna que sustituyese a la que se quemó. Al final la encontramos a la primera y también esta sauna es preciosa, pero no la calientan a madera y … no es lo mismo. Eso sí, la gente encantadora, en esta sauna no estaban acostumbrados a los foráneos. Con decir que para pagar la entrada no había más que un buzón en el que echar el dinero. Nos invitaron a participar los viernes en una savusauna (sauna de humo, la mejor modalidad de sauna, según algunos puristas), esta sí de madera.
Total, con tanta nieve, pudimos ESQUIAR!! El lunes fui alrededor del lago, jadeando con lengua de trapo para seguir a Salla y Thorsten al estilo skating/patinaje. El martes yo solo, haciendo clásico. Incluso me acerqué al lago y me subí al hielo, pero solo en la orilla y unos segundos. No había huellas de nadie que se hubiese adentrado, así que decidí que prefería pasar la noche en el Doris a pasarla fresquito en el fondo de un lago. El miércoles, los tres del lunes más Rodrigo y Tuomas, esta vez por el bosque de Kauppi, que hay unas pistas bien mantenidas y luego se puede uno meter por rutas insospechadas por el bosque. No veas lo gracioso que es bajar por una cuesta sin iluminar y encima con esquís de fondo, que se ponen a bailar en cuánto intentas hacer la cuña para frenarte. Para celebrar que nadie acabó estampado contra un pino y limpiarnos los sudores fuimos a la sauna de Rajaportti. Y el jueves pasó como el año pasado: subió la temperatura y toda la nieve al garete.
El consuelo lo encontré en el trabajo. No en el trabajo duro, pero sino en la fiesta de navidad del departamento. Como todos los años, hicimos ‘hombre invisible’ y esta vez me tocó un perfume de rosas turco (del mismo trabajador que trajo los dulces rellenos de gusano). Ni siquiera servía para ligar, sólo a una chica le gustó el olor, porque le traía recuerdos de la infancia y de su abuela. Así que nos decidimos a rociarnos mutuamente los toñakas del departamento para ocultar la peste a hormonas y bebida y, sobre todo, con la esperanza de que las mujeres de algunos hiciesen preguntas incómodas a sus llegadas a casa.
El viernes fue el Doctoramiento y la Karonkka de Salfatore. Lo hizo muy bien, muy suelto y luego nos invitó a cenar en el Palatsi. El padre de Salva me recordó al gran Sazatornil en la Escopeta Nacional (gracias JP por recordármela la otra vez) y no se tomó a mal que me pusiese una corbata del Real Madrid, aunque fuese de Montblanc, la Tarragona más profunda. Lo pasamos en grande con su familia y constatamos que algunos de nosotros ya no están para muchos trotes fiesteros…
Bueno, el tren ya está llegando a Tampere. Esto de los trenes con enchufes además de los del baño para afeitarse es un gran adelanto. Espero que las tiendas y los centros comerciales tengan piedad de vosotros durante este mes de diciembre!


5 comments:

Juan Pablo Arenas said...

Y yo que pensé que ibas a hablar de la canción de Serrát que se llama Curro el Palmo. Menuda historia contada en unos pocos versos. Pedazo de poeta el catalán que ahora olvida que se ha forrado a costa de quienes hablan español tocando por América, pero no considera pertinente decir nada de que no se deje estudiar en castellano en Cataluña.

Las artes marciales molan, hombre. Me acuerdo de cuando era aspirante a Brus Li y me apunté a hacer boxeo tailandés en un gimnasio de la Dehesa de la Villa. El tío se creía que era Robert Duvall en Apocalipsis Now –el que hacía surfear a sus soldados con música de Wagner bajo los bombardeos- y nos ponía a empujar su coche cuesta arriba en pleno invierno. Duré 3 meses y preferí dedicarme a las pesas que es más tranquilo y más mariquita. Tú entrénate fuerte no sea que os invadan los esquimales y reivindiquen el hecho diferencial lapón.

Me encanta tu perversión por visitar saunas. Freud se lo pasaría bomba contigo y seguro que te encontraría algún trauma fálico en el que odias a tu padre por castrarte al no dejarte ver Mazinger Z. Podías hacer un Camino de las Saunas y liarte a construir ermitas románicas como hacían en la Edad Media. En unos siglos le pondrían tu nombre a una calle donde irían a miccionar todos los perros del barrio. La leche. ¿Te imaginas que en España no fuera obligatorio pagar? La peña entraría de gorra en todos los lugares sin complejo alguno. Una vez leí que al morirse Franco hicieron una comuna socialista en no sé qué pueblo y pusieron una hucha para que los honrados proletarios echasen la voluntad a cambio de sus colectivas consumiciones. Meses más tarde, al abrir la hucha, descubrieron botones, piedras y monedas de los tiempos de la República. Todo muy libertario y anarquista.

Eres poco espabilado al adentrarte en el lago helado sin testigos. Deberías sacarle tajada al asunto y abrir una página que se llamase www. yaverásquéhostiamedoy.com y en que la gente pujase por ver cuándo ibas a acabar en el fondo del lago, tragando agüita y boca abajo pataleando con los esquíes. Serías un héroe y podrías fundar una secta de estas que copulan con los marcianos y que llevan como 35 años anunciando el fin del mundo para cada verano. En España hay alguna. La peña ve a tantos marcianos en el Congreso que al final se lo acaba creyendo.

Cómo se te ocurre calzarte una prenda opresiva delante de los pueblos esclavizados del mundo. Deberías hacerte imprimir un par de camisetas donde dijese: “Stop a 500 años de Ocupación” “Tyrma libre” o quizá otra con “Tampere independiente”

Qué grandioso Berlanga. ¿Te acuerdas de Bienvenido Mister Marshall? El maravilloso Pepe Isbert haciendo de alcalde desde el balcón y clamando “Ciudadanos de Villar del Río, como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y como os la debo, os la voy a dar, porque soy vuestro alcalde” En los canales nuevos de la tedeté ponen cine español casposo y retrógrado. Me encanta. Hoy me he muerto de risa con Tony Leblanc haciéndole el timo de la estampita a un primo en la Estación de Atocha. Qué diálogos, qué personajes, qué tipos más geniales. Y lo más cachondo es que no hemos cambiado en nada.

Juan Pablo Arenas said...

Se me olvidaba hablarte de una noticia muy divertida que apenas ha salido en los medios. Los cachorros de Carod, las Juventudes de Esquerra Republicana, han ido a ponerle una corona de flores a Jaime I el Conquistador, que por si no se habían dado cuenta aquí mis amigos era un rey. Andan algo perdidos los secuaces de Carod en entender qué cosa es el republicanismo. Y como se les terminan los mitos ahora la emprenden con los reyes. Total: una vuelta más de tuerca en su remendada ideología no se nota. Deberían leerse algún libro sobre Jaime I que era todo un imperialista aniquilando moros como un traficante de churros en Nochevieja, y que los convertía a la verdadera fe cortándoles la garganta en varios cachitos. Qué falta de buen rollito el de mi colega Jaime.

Tobias said...

Jajaja, qué buenos los de ERC, igual cambian a EMC para 2009?
La corbata me la puse para hacer la gracia, porque a mi el balompié me gusta más jugarlo que seguirlo. Pero el señor de Montblanc se lo tomó muy bien, debe ser eso que llaman seny. Acabamos hablando de qué secretarias eran las mejores para relajarse del trabajo.
Yo me había apuntado al система ese por casualidad, invitado por unos amigos a probar. Lo que más me gusta de esto es la relajación que se te queda después y no precisamente porque te hayan dejado blando a tortas. Aquí en Tampere entrenamos muy tranquilos, más que nada movimientos y estar relajados. Espero que para cuando lleguemos al nivel de los sopapos ya me haya jubilado.
Por cierto, si ves alguna faltorra gorda, agradezco tus correciones (faltorra gramatical o semántica, pero no de estilo), Edu me ha corregido una por mail, para mantener la discreción. Yo ni me había dado cuenta, debe ser que poco a poco se va olvidando lo que no usas de un idioma...
Abrazo!
T

Juan Pablo Arenas said...

Es curioso ese leve sentimiento de ofensa que tenemos los castellanos cuando nos dirigimos a un señor del hecho diferencial. Tenemos tan interiorizada nuestras ganas de no ofender que ni nos damos cuenta. A mí me ocurre lo mismo cada vez que viajo a Cataluña: es como que intento ser más educado de lo normal, más papista que el Papa. Me gusta aquello pero nunca me termino de relajar. Es como si siempre me sintiera observado.

Yo me fijo mucho en cómo escribe en la gente y nunca te he notado faltas pavorosas. Escribes mejor siendo de ciencias que muchos estudiantes de Filología: te lo aseguro. Como mucho te habré visto alguna tilde pero eso se nos va a todos. Pero me alegra tu amor por el correcto camino de la escritura (orto-grafía)En cuanto a mejorar la sintaxis y la expresión, cosa a la que yo también me aplico, no hay otra medicina mejor que leer.

Anonymous said...

Hola Tobias,

antes de nada, enhorabuena por tu blog, lo he descubierto a través del de Elena y, al igual que el suyo, me parece increible. Me gustaría proponerte como a ella un tema que estoy seguro te va a interesar. Ambos cumplís el perfil que busco. ¿Podrías enviarme un mail a gonzalomoren arroba gmail punto com?

Muchísimas gracias y un saludo,

Gonzalo Moreno