21.7.08

Los Finlandeses y las reglas.

Como más o menos decía el Alquimista de Coelho, 'cuando quieres algo de verdad, el universo conspira para que se te haga realidad...' Yo llevaba tiempo ya con ganas de comentar acerca de la relación de los simpáticos habitantes de Finlandia con las reglas y las leyes. Cada semana tenía un ejemplo que me impulsaba a comentar, y ayer cayó la última gotita que colmó el vaso.
Estaba yo tan feliz sacudiendo el polvo de las alfombras en las estructuras que hay en los jardines para tal efecto, disfrutando del eco que generaba cada bofetón del sacudidor en todo el vecindario, cuando se me acerca un tal Sr. Castillo para recriminarme que lo que estaba haciendo no estaba permitido. Al parecer hay un apartado de las reglas de convivencia de mi comunidad que prohíbe sacudir las alfombras los domingos! Como por suerte yo ya había acabado cuando el hombre bajó de su casa para echarme la charla, acabamos en amena conversación y agradecí su consejo de buscarme a una moza de algún bar para que me sacudiese las alfombras. Los Sres. Castillo son iguales aquí que en España que en todos los lados... Y yo voy a tener que pedir días libres para sacudir las alfombras, como para ir a los bancos con sus amables horarios.
En el centro de Tampere han pintado un carril bici en las aceras:

A los pocos días de estrenarlo, todo el mundo caminaba ya obediente por el lado que le correspondía (la de veces que me ha estado a punto de atropellar una bici en otras ciudades por ir distraído por su carril). Y lo peor de todo es que yendo yo el día que tomé estas fotos con la bici notaba esa sensación de ira justiciera cuando algún peatón se atervía a invadir MI parte de la calzada. Esto es contagioso, señores!

Durante la Eurocopa ibamos al Soho a ver los partidos. El sitio se ponía a reventar, y, como los partidos eran por la tarde, mucha gente pedía comida. Pues había dos camareros en el bar. La chica, que se encargaba de preparar la comida, y el chico, que ponía las bebidas. Pues la pobre mujer no daba abasto con los pedidos y se le veía pasarlo mal preparando la comida a toda velocidad. Creeis que el chico le echó una mano en algún momento, en el que no había nadie pidiendo bebidas? Tan pancho charlando con algún cliente. Claro, no era su 'cometido' freír patatas...

Hace cosa de unas semanas celebramos la despedida de soltero del Ruso. Quise escribir sobre ella, pero al final se solaparon acontecimientos y no lo conseguí. En fin, esa gloriosa noche acabamos el Cejorras, Pedro y yo en el hospital central de Helsinki para que remendaran la napia del Mono. No os asustéis, la mayoría de la sangre es de pega de una tienda de artículos de broma. El caso es que mientras esperábamos a que le reimplantasen la trompa a Pedro y evitábamos que nos echasen los de seguridad, entablamos conversación con una chica que también estaba esperando en urgencias. Algún 'valiente' (hijo de satanás) la había agredido a ella y a una amiga de 18 añitos. Pues como resulta que la pobre niñita era de Espoo (como quien dice el Getafe de Madrid), no la atendieron en el hospital de Helsinki sino que la mandaron para Espoo, sola, para hacerle el chequeo y tomarle declaración de la agresión. Ya te han jodido una vez una de tus primeras noches de marcha, pero que lo tengan que hacer también los que se suponen que son los que te van a ayudar? He oído de casos en los que a un hombre no le reimplantaron un dedo que se había seccionado con un hacha hasta que se fue al hospital que le correspondía, con la consiguiente pérdida de movilidad por el retraso. También de un bebé que murió porque los médicos del pueblo en el que pasaba las vacaciones la familia dijeron que estaba bien y que podría aguantar un viaje de 400 kms hasta su hospital para que lo atendieran allí. Creo que si a mi me hacen eso, el médico ese deja de ejercer de médico y probablemente también de persona.
En resumen, que las reglas y las leyes son necesarias para el buen convivir en sociedad, pero que hay veces que nos pasamos y en vez de pensar, dejamos que algunos apartados lo hagan por nosotros. Y tengo que inventar algo para apaciguar la furia contra el peatón rebelde/despistado.
Feliz semana. Mandadme sol!
T



10 comments:

Elena said...

No solo los finlandeses, tambien los australianos, ni hablamos de los japoneses,.... Al final va a resultar que el chapucerio espanol tiene muchas mas ventajas. Besus

Juan Pablo Arenas said...

Tus relatos me recuerdan a las leyes más absurdas del mundo. Como la que prohíbe morirse en el Parlamento Británico. Aunque si te mueres, te tienen que hacer un funeral de Estado con salvas de honor, banderitas y caras apesadumbradas. Todo tiene su lado bueno. Creo que fue Terencio el que decía eso de "summum ius, summa iniuria". O sea, el absurdo de aplicar las leyes hasta su última consecuencia. Supongo que el hecho de apegarse a la ley hace que a los fineses se les descuajaringue el invento cuando alguien se aparta de la ortodoxia. Quizá si rebuscas en las normas comunitarias halles algún versículo de la ley por el que se te autoriza a subir un rinoceronte a tu piso los sábados por la tarde. Y no es plan de desaprovechar tan suculenta opción. Podrías nombrarlo Rodri: como nuestro amado presidente. Y acaso te dejen sacar a pasearlo los domingos por la mañana, siempre de acuerdo a la ley: obviamente. Ser de mente cerril no es muy propio de gente inteligente pues, al fin y al cabo, la inteligencia es adaptación al entorno. Aunque mil veces querría yo en España semejante celo en el cumplimiento del precepto. Pero claro: luego te das cuenta de que saltarse los códigos a la torera -como haría El Cordobés- también tiene su lado bueno. Aún recuerdo cuando un funcionario de Hacienda me aceptó un pago del IVA fuera de plazo sin cargarme el importe por el retraso: casi me lanzo a sus brazos, quise tomarlo allí mismo, hacerlo mío. ¿Te imaginas un carril bici en Madrid? Los coches aparcarían por doquier pero, eso sí, con su correspondiente cartelito de "vuelvo en 5 minutos". Y tú ciscándote en los muertos del conductor, quien seguramente estaría en el bar de la esquina "haciendo unas gestiones". Ahhhhhhh, mi adorada España: tan desordenada, tan iracunda, tan alegre. ¿Cómo podríamos hacer para que a los fineses se les pegase algo de nuestra relajación y a nosotros algo de su seriedad? Si pusiéramos en marcha Neandertalia con su hecho diferencial por siglos de opresión ¿podríamos intentar fundir las dos idiosincrasias?

Anonymous said...

Hey primo,

Ven, ven a londres primo.... alli te pasaran por encima no una vez sino dos para asegurarse de que has entendido lo del "carril bici"....

De cualquier manera yo me apunte al carro de la bici para ir a trabajar y he de reconocer que me produce una cierta satisfacción ese poder sobre los pobres peatones.

Aupa La bici!!!!!

Edu Gil said...

Je, je, je. Qué cierta tu reflexión.
Pero... ay, amigo... los tiempos están cambiando. Aunque todavía quedan chavales que se bañan en la piscina de TIRMA cuando gana España, fuera del horario establecido, y con ropa y todo... aún así, digo, cada vez desde aquí -España- se le van viendo las orejas al lobo.
Recuerdo entristecido cómo tuve que rogarle al riguroso conductor del autobús que me dejara bajar en aquel atasco, 30 metros más allá de la parada que se me había pasado. Tuve que rogarle, casi suplicarle, argumentando que esto no era EEUU, que no le iba a demandar si al bajar me torcía el tobillo y me hacía un esguince.
Cuando, a hurtadillas, abría las puertas de un autobús casi vacío (sin apenas testigos) le juré amor eterno.
Aún le recuerdo.

Tobias said...

Jajaja, Elena, me gustaría ver a un australiano chapucillas, a ver cuánto duraba cerca de los bichos esos raros que hay por ahí. Seguro que hay koalas asesinos...
JP, yo siempre recuerdo con ternura mi espera en el aeropuerto de Bogotá para ir a Medellín. Yo había llegado antes de tiempo y justo salía un vuelo. El que tenía contratado me suponía una espera de unas 2 horas. Oye, pues fue mi amiga Diana y ante mis flipantes ojos lo cambiamos sin ningún problema. Nada de extras, nada de malas caras, nada de ruegos. Había espacio, lo más normal del mundo era meterte. La de horas que me habré pasado en el maldito aeropuerto de París porque aquí está todo regulado con las horas, las tarifas, la repera, yendo los vuelos vacíos.
Primo! Si no llega a ser por tí, seguro que duro menos que un caramelo en la puerta de un colegio cuando estuve contigo en Londres. Ya es dificil que no te maten los coches al cruzar, cuando añades las bicis a la equación, todo peta, jajaja.
Edu, te acuerdas también de la 'esquina' en la pisci? Del 'churro va'? Todo esto está prohibido ya. Aunque confieso que a la mayoría de nosotros nos ha afectado en el desarrollo normal. Estamos acabados.
Tiene razón el Cracko con el carril bici por Madrid, pasarían las motos por él y los Latin Kings te cobrarían peaje, jajaja.

Juan Pablo Arenas said...

Tobías me tienes que contar tus andanzas por Colombia. ¿Cómo es Medellín? En las peores épocas del narcotráfico lo llamaban Metrallo por la espantosa violencia que había. Sería fantástico que en tu diario incluyeses aventuras pasadas y más en sitios como Colombia. Recuerdo un libro llamado La Virgen de los Sicarios: espeluznante. Ilústranos, oh Tobías.

Tobias said...

Pues cuando yo estuve me pareció muy tranquilo lo que vi. Siempre estuve bien acompañado por gente de allá, por lo que me imagino que no nos metimos en sitios peligrosos, pero vamos, estuvimos paseando por el centro y todo precioso. Igual que las mujeres de allá, que son muy bonitas. No he leído el libro que mencionas, pero vi la película, que me imagino será basada en el libro. No estuvo mal...
Si algún día tengo más tiempo, contaré aventuras pasadas. Ahora me cuesta mantenerme al día con las presentes, jajaja.
Un abrazo!
T

Anonymous said...

hola T, tu tienes suerte de tener reglas, en Venezuela, no existen, es la ley del mas vivo, anarquia total.... unos pecan por exceso y otros por defecto... asi es la vida...besos. luisandra

Anonymous said...

pueden venir a venezuela, mar caribe, maracaibo tiene un sol radiante, temperatura 35 C, casi todo el ano, mucho calor hoy!!!!

Tobias said...

Luisandra! Qué alegría leerte. Aquí por fin hemos encadenado 2 días con buen tiempo. Sol, lago, esto es vida. 25 de máxima, me basta. Al final me quedé con las ganas de bañarme en el Caribe, pero creo que cerca de Maracaibo no hay playas, no? En cualquier caso, tengo muchas ganas de volver por ahí.
Un abrazo para tí, tu marido, Laura y David!
T