8.12.08

Usos y costumbres

Cada país tiene sus usos, algunos más antiguos, otros más modernos. Por ejemplo, en España se tiene la mala costumbre de acostarse muy tarde. Intento luchar contra este vicio, pero no hay manera de que me meta en la cama antes de la 1 de la noche. Incluso después de un fin de semana duro y de pocas horas de sueño, aquí estoy dándole a la tecla.
Una tradición curiosa finlandesa son las 'varpajaiset,' que viene a significar algo como 'fiestorro de los dedos de los pies.' No, no es ningún rollo fetichista ni nada por el estilo, es la fiesta que dan los padres cuando nace su churumbel, preferiblemente el día siguiente del nacimiento. Así que mientras la madre se recupera de los sudores del parto y disfruta de sus primeras horas con el bebé, el orgulloso papá llama a sus amigos para agarrarse una borrachera apoteósica. El viernes Kati dio a luz a una niña, después de tenernos meses creyendo que iba a ser varón. No se si nos tomaron el pelo o los médicos se equivocaron al ecografiar. El caso es que ayer por la tarde Markku me cazó para hacer las pre-varpajaiset, ya que la gran menopea oficial es el sábado que viene. Esto último no me lo dijo, así que tuve que cambiarme el pijama de andar por casa por los cillos de pillar y dejarme arrastrar por la tradición: sauna/cerveza/vodkazos/bar. Acabamos en el Doris, aunque Markku fue invitado a dejar el local poco antes de cerrar.
Y hoy, para recuperarme de la noche, tuvimos costumbre teutona: Las pastas de navidad. Ya es casi una tradición de hace varios años entre los amigos de Claudia de reunirnos en su casa para preparar las pastas, beber un poco de Glühwein (vino caliente y dulce) y pasar el día tranquilos. Este año hasta se pasaron Luna y sus padres, aunque se nos olvidó sacarles foto a ellos 3. Hicimos 4 tipos distintos de pastas y hasta hubo para llevarme un cubito lleno a casa para desayunar los siguientes 2 o 3 días.
Y no cuento nada de la costumbre finlandesa de celebrar el día de la independentzia (6.12.) porque me pasé la celebración durmiendo la siesta y me perdí la ceremonia y los fuegos artificiales. Y porque ahora es casi la una, hora de irse a dormir!
Buena semana!


2 comments:

Juan Pablo Arenas said...

Nada como acostarse tarde. Las musas me arroban siempre por la noche. Es el mejor momento para leer, para reírse, para tocarse y para escribir. El golpeteo de la tecla junto al zumbido perenne del ventilador no es lo mismo si no es de noche. Nocherniego, que decían los clásicos. Con ese sufijo “niego” como labriego, que es prerromano y que está en los viejos predios hispanos antes de que nos llegasen, benditos sean, el arado, los acueductos y el latín. Siempre he sido escriba nocherniego. A los extranjeros les sigue asombrando que los españoles se duerman a la 1 de la noche o más tarde y que a las 6 de la mañana haya atascos con la gente que va a currar. A pesar del mito, se afirma que España es uno de los países en que más horas se trabaja.

Es sana esa costumbre de agarrarse una cogorza con motivo del nacimiento del hijo. Mis amigos tirmeños –Isaac, Carlitos- ya no beben: son abstemios y pulcros. Apenas se tocan y solo ven películas de Bambi. Quererlos arrastrar a una melopea es tan difícil como que Rodríguez pronuncie la palabra España. Dentro de poco los veré orando, alejados del mundanal ruido, en alguna ermita del paraje castellano.

Qué ricos los dulces navideños. Por perpetuar las tradiciones, llevo ya tiempo zampando polvorones y turrón. Es adorable que los grandes almacenes se inquieten por nuestro bienestar y lancen las golosinas navideñas a mediados de noviembre. Tienen que estar ricas tus pastas. Me podías escanear una y me la mandas. A ver a qué sabe.

No puedo por menos que comentarte la noticia de la detención del valiente gudari Aitzol Iriondo. El periódico dice que el gallardo vascongado se meó encima cuando, al arrestarlo, le apuntaron a la cabeza los gendarmes franceses. Hay que ver cuán blandengues se nos han hecho estos hijos de perra que se mean encima cuando los enchironan. Parece mentira que sean descendientes de gente como Churruca, que, sin una pierna y en plena Batalla de Trafalgar bajo los cañones ingleses, ordenó clavar la bandera española para no rendirla. Debe de ser que con tanto preservar el rh, se les ha escogorciado la raza. A ver si se extinguen y nos dejan de tocar las pelotas.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/09/espana/1228817977.html?a=52033a1068c7d80c11fdf43611543699&t=1228828975

Tobias said...

Jajaja, a mi hasta me dio un poquito de penita el cagón etarra, imaginarmelo con la colita goteando y los ojos encharcados...
Me voy a dormir, por primera vez antes de la 1 en mucho tiempo. Ni musas ni leches. Para que te den gusto las musas por la noche, tienes que poder dormir hasta tarde, y mi genética germánica me lo impide con un pedazo despertador biológico que no hay quien lo calle.
Las pastas riquísimas, las estoy racionando, pero no llegarán a Madrid. Escaneadas tienen una pinta parecida a las del año pasado, y en el texto hay un enlace a ellas. Ricas ricas!
Un abrazo!
T