25.3.09

Moreno en Marzo

Estoy de maruja en casa. Ayer limpiando el baño descubrí lo incómodos que son los guantes de goma si la talla es demasiado grande. Ahora, después de comer dos días seguidos en menús de póngase hasta las posaderas por unos 8€ (turco y vietnamita, el Saigon Mai) me estoy preparando unas lentejas, que de tanto exotismo uno echa de menos el terruño. Ahí las oigo hervir plácidamente en la cocina mientras yo lucho contra la pesadez de los párpados.
Con tanto ajetreo no viene mal una buena dosis de hierro, sobre todo si es al aire libre el ajetreo La semana pasada llegó el gran cargamento que marca el inicio de la empresa de la Golfa y el Ruso, Satuhuone. Entre los 3 nos descargamos un cuarto de camión de esos de tamaño mastodonte en una hora. Ahora sólo hace falta que los clientes entren igual de prestos a su oficina en Nekala. Mirad la página, es una pasada. Dan ganas de tener hijos sólo para poder decorar su habitación...
Después de la descarga pasamos una noche alemana en la cabaña de Kintulampi. Menos mal que yo llegué un poco tarde y no tuve que hacer los trabajos más pesados, como cortar leña. Pero participé en abrir el agujero en el lago helado para la sauna. En el fondo de ese agujero está un palo que Rodrigo hace muchos años usó con el mismo fin hasta que se le escapó de las manos... Después del trabajo nos asamos unas salchichotas y unos chorizillos que yo traía. Cómo disparaban aceite, los condenados, pero qué ricos estaban! Hasta la novia de Matthias, vegetariana convencida, le dio un tiento. Y como eso no era suficiente, nos pusimos a pizzear en el horno de la cabaña. Después de 4 pizzas, a las 3 de la madrugada encima aprovechamos el calor del horno para hacer un pan. Lamentablemente nos quedamos dormidos y al día siguiente no se pudo degustar. Por la mañana, la parejita decidió meterse en el agujero en el lago sin pasar por la sauna, y como yo no podía ser menos, pues...


Y así es como luego se queda uno después:


Qué buenas están las lentejas, pardiez!

El sábado nos fuimos de excursión. El Pollezno nos organizó un día de paintball, que es eso de ir con pistolas cargadas de balas de pintura disparándose los unos a los otros. Al principio nos dio un poco de pereza ir a 100 kms de Tampere a Jämsä, pero valió la pena. Sólo fuimos 10 participantes, así que hicimos 2 'ejércitos' de 5. Los del paintball tenían montada una ciudad, con calle central con coches cascados a ambos lados. Hasta autobuses destartalados había en los que podías preparar una emboscada. Las 'casas' no tenían techo y estaban hechas de simples tablas de madera, pero daban el pego, tenían puertas y ventanas. El caso es que nos lo pasamos como niños, haciendo estrategias de comandos, 'CUBREME!', volteretas en la nieve, etc. Yo corría como una gacela con mi tobillo pachucho. Aquí estamos el equipo vencedor (bueno, el más grande de todos era del contrario, pero se coló en la foto). Y eso que ellos tenían a Mr. T Vinod, el terror de las balas.
Después de machacar al otro equipo, practicamos la conquista del cobertizo: 4 se encerraban en un cobertizo y tenían que defenderlo de 5 atacantes. Eso sí que fue una masacre, ya que acabas pegándote balazos en el interior y desde cerca no os podéis imaginar lo que duele. A mi me dieron en un dedo con el que aún tecleo las teclas de dos en dos... A lo tonto estuvimos nuestras 5 horas correteando al aire, con un sol riquísimo que hacía. Al irnos de Jämsä, Pedro se fue como vino, pegándose una buena chufa en el hielo resbaladizo. Estos días caminar por aquí es deporte de riesgo. Yo acabé tan cansado que sólo aguanté hasta las 2 en el Doris con Markku y el cazador Antti. Sobre todo cuando empezaron a volar las rondas fui consciente de que lo mejor era desaparecer de allí discretamente.
Gracias a la retirada a tiempo, a la mañana siguiente estaba lo suficientemente fresco para ir a esquiar. Seguro que fue una de las últimas veces que pude hacerlo esta temporada. Vino Thorsten y nos fuimos al Taivalpirtti, como dos campeones. La nieve estaba muy bien, peligrosa en algunas zonas en las que habían caído agujas de los pinos y abetos y éstas frenaban los esquís inesperadamente. Pero llegamos a la cabaña justo antes de que cerrasen y nos tomamos tarta de manzana con chocolate caliente. Y luego la vuelta sobre el lago. Sigue estando lo suficientemente duro el hielo, sobre todo con esquís, pero empiezan a fundirse zonas y es un susto gracioso cuando la nieve en la que estás avanzando se hunde como 10 centímetros en un barro de nieve y agua, hasta que la siguiente capa gruesa de hielo te salva de un buen resfriado... Tuvimos la suerte de que todo el camino sobre el lago el sol nos acompañó brillando entre dos nubarrones enormes que cubrían el cielo, pero iluminando nuestro camino hasta que llegamos al coche de Thorsten. Otras 3 horas al aire libre, y jamás pensé que me dirían al día siguiente que se me notaba que había estado tomando el sol. Moreno en Finlandia en Marzo. Alguien da más?
Ya llega el fin de semana!

6 comments:

Anonymous said...

No es justo.... porque la foto x no se amplia como las otras eeeeeeh????!

pues eso

Tobias said...

Es culpa del agua fría del lago. No veas cómo lo encoge todo...
:)
Pues beso.
T

Anonymous said...

No hablo de la medida de lo encogido, sino de la foto... que no se ná

L

;)

Anonymous said...

q no se VE ná

:)

Tobias said...

La foto también la encogió el lago :P Pero si te hace ilusión de la mando en original, Lu. Si la puede ver cualquiera, ya no ligo ni patrás, jajaja.
Abrazots!
T

Juan Pablo Arenas said...

Llego tarde como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas.

Ay, qué ricas unas lentejas después de haber estado comiendo basura varios días. Lo que más se echa de menos al estar fuera de casa es la comida casera. Bueno y el váter y la cama y a la vecinita picarona. Supongo que tú tendrás tu apero de cosas que eches de menos. Irá por temporadas. Aunque no me hagas mucho caso pero hace tiempo leí que el hierro de las lentejas se absorbe fatal. Dicen que lo mejor es el hierro animal de carnes y mariscos. Así que ya sabes: almejas y conejos que no falten.

Qué bonita la empresa y qué redaños más gordos que muestran al montarla en ésta época. Esto sí que es una empresa y no la de Las Indias. Pero no me queda claro si importan muebles desde Escandinavia hacia el Estados Español o al revés. Mándales mis mejores deseos y que tengan mucha suerte. Ojalá los españolitos tuviéramos más afición por montar empresas y menos por ser funcionarios. Otro gallo nos cantaría.


No entiendo qué tiene que ver el agujero con la sauna. ¿Te sumerges en el agua helada para luego asarte de calor? ¿Así funciona el efecto sorpresa? Pobrecita la novia de Matthias -¿son los de Hanofa¿- Pero nada más placentero que arrastrar a una vegetariana al oscuro y jugoso mundo de la carne. Dile que no tenga tantos remilgos que los Neandertales –como tú- medían 1,85 de media y sólo comían carne. Aunque se extinguieron, pero tampoco creo que estemos aquí eternamente. ¿Cuánto queda para que nos succione el Sol y nos regurgite como la egagrópila de un búho nival? En cuanto Putin se levante un día con el pie torcido, supongo.

Hay que ver lo gustosos de morbo que somos que hemos pinchado varias veces sobre la foto y todo para comprobar si tu fama de empalador invicto era cierta o no. Fuiste gallardo al meterte en el agua que todo lo encoge. Me has recordado a tus antepasados cuando hacían encamisadas en Flandes. Se ponían la camisa sobre el jubón para reconocerse, y de noche y con una daga en la mano, se deslizaban por los fríos canales holandeses a fin de sajar unas cuantas gargantas luteranas. Ahí estabas tú.

Dicen que el deporte lo inventaron a finales del XIX las élites aburridas que ya no podían organizar justas medievales porque quedaba demasiado sangriento y se inventaron una ocupación que les permitiera desahogar sus ansias asesinas. Ahora la plebe se ha inventado el “peinbol” para poder enchufarle un tiro de pintura a su jefe plasta. Yo nunca he ido a eso. Debe ser divertido. Tu toma del cobertizo me ha recordado a otro cobertizo por el que se mataron ingleses y franceses en Waterloo. Fue en una batallita paralela que se llamó Quatre- Bras y donde comenzó a apagarse definitivamente la estrella del otrora glorioso Mariscal Ney.

¿Moreno en Finlandia en marzo? Resulta increíble. Ánimo con tus esquíes –el burriato del corrector de Word no me deja poner esquíes sino esquís- Cómo me gusta que la máquina sepa más que yo. He puesto la boca en la cepeú y le he gritado que las palabras que acaban en vocal tónica hacen el plural en “es”. Pero: ¿cómo explicarle eso al gafotas, adicto a la pizza de Microsoft que ha hecho el corrector? Snif.