Matarile week

Todo hacía presentir una gran recuperación después de Wappu. La cena del miércoles en casa del Mono en la que presentó en sociedad a la nueva Makaka. Nos pusimos tibios a españoladas que le trajeron sus padres en coche. Incluso para mi hubo un paquete sorpresa lleno de delicias de la tierra, con Panteras Rosa incluidas. Gracias Susana y también gracias Maripuri. El otro momento cumbre de la cena fue ver a Salfatore, a quien no veíamos desde hace meses y su nuevo coche.

Desde entonces, cuesta abajo. El jueves me recolocaron 3 veces la nariz en Kung Fu. Una vez para cada lado y otra hacia arriba, para que parezca más finlandés. El viernes de precuperación ante la posibilidad de salir el sábado y el sábado megamatarilation: Se cocía una gran salida, con Markku víctima de PuhaPete y sin Kati en casa. Ingo calentando en un cumpleaños. La última noche de la Golfa en Tampere. Pero uno a uno fueron cayéndose del plan. La Golfa prefirió pasar la última noche con el Ruso a solas (???), a Markku no se le entendía por el teléfono de lo que derrapaba. Ingo missing. Acabé en el Dogs Home, que siempre hay gente acabada con la que hablar. El highlight de la noche fue un platazo de albóndigas en el Usva a la 1, con la camarera mirándome con compasión. O quizás miraba las albóndigas con hambre? En el Doris se consumó el matarile. Markku y sus secuaces se habían hecho fuertes en el London Pub e Ingo no apareció en el Doris hasta cuando yo me iba ya al bus de los losers de las 2.
Domingo de maruja limpiando el piso, con partido de viejas glorias de fútbol y cena relámpago con la vecina.
Y ayer, de nuevo matarile. Se tenía que haber quedado mi profesor de Kung Fu a dormir en casa, ya que él vive en Pori (por eso limpié el piso el domingo) y Alex se vendría también a cenar, así que ideé una cena a la altura. Primero fue el profe, que tuvo que irse a casa a cuidar de sus hijos. Luego me llamó Alex, que tenía que irse esa misma noche a Kemi a trabajar. Así que me quedé compuesto y sin compañía, cenando como un cerdo en mi sofá mientras me veía la vida de Johnny Cash. Necesitamos un revulsivo YA!