25.10.07

25.10.1999


Estoy en la habitación de mi ruso, en su ordenador, escribiendo este documento de texto para luego en la oficina meterlo en los e-mailes. Sentado frente a la ventana me he marcado unas buenas risas, ya que las ventanas que dan hacia el Oeste, también dan al patio de una guardería de enanos de unos 3 a 5 años y son la monda. Parecen reproducciones a escala del muñequito de Michelín, ya que los abrigan como debe ser para el frío que hace aquí (acabo de descubrir que me habitación es la única que tiene termómetro en el exterior, aunque no sirva de mucho, ya que se ha quedado inmovilizado a 1 grado). A los chiquitines les ponen unos pasamontañas multicolor con dos bolitas haciendo las funciones de cuernos y van tan empaquetados que no pueden juntar los brazos al cuerpo. Ahora imagínense a 30 seres como esos correteando, saltándose vallas, escalando columpios y haciéndose perrerías. Los más graciosos son los que se quedan en blanco, mirando a un sitio, como sin comprender, y se quedan impasibles durante 2 o 3 minutos hasta que alguien pasa corriendo lo suficientemente cerca como para despertarles de su trance y vuelven a la actividad, como si no hubiese pasado nada. Es mejor esto que el cine.

Hablando de cine, el otro día vimos Airbag, made in Spain, y nos reunimos unos 20 spanish talking people. Estuvo glorioso y creo que me fijé en muchas cosas en las que las anteriores veces no me había fijado y no me fijaría en España por darlas por supuesto, pero ya solamente la luz y el sol llamaban la atención. Ahora mismo casi no veo un edificio que está a 300 metros ya que se lo traga la bruma.

El viernes se fue una expedición al barco del Amor, una especie de crucero que sale de las aguas territoriales Finlandesas para que la gente pueda comprar en el DutyFree todos los litros de alcohol que necesite y de paso festear durante toda la noche en el barco. Estadísticas:

Fueron 7 y regresaron 5. Los otros 2 fueron hechos prisioneros de guerra y liberados un par de días más tarde.

Fueron 7 y encontraron el amor o algún sucedáneo 4.

Fueron 7 y encontraron el amor o algún sucedáneo 6 o más veces.

Fueron 7 y durmieron en conjunto 10 horas.

etc.

Mientras me lo contaban me daba un poco de pena el no haber ido, pero tampoco respondía totalmente a mis necesidades, así que yo el viernes tuve un fantástico plan en mi cama, leyendo "Los Pilares de la Tierra". El sábado amaneció fantástico, con sol y todo, pero hay una maldición que me persigue: Cada vez que voy a comer se encapota el cielo y no puedo comer al aire libre y frío. Por la noche aún se veía la preciosa luna casi llena, pero ya al día siguiente volvieron a monopolizar el cielo las nubes. El caso es que el sábado por la noche hubo un cumpleaños, con Ritmo Vuelta, Tombe la Chemise y "Tanze Samba mit mir (explota explota expló, explota explota mi corazón). El cumple estuvo gracioso, con mucha comida muy rica (tuve que supervisar la producción de unas tortillas de patatas y una sangría, qué os parece?). La sangría no la pude catar, ya que desapareció demasiado rápido. Al final la fiesta se prolongó casi hasta las 3, así que no hubo necesidad de ir a la ciudad en busca de las temibles colas.

El domingo por la mañana nos fuimos a desayunar a una torre de almacenamiento de agua. La verdad es que tienen un barecito muy acogedor y bonito arriba y no es demasiado caro. El tejado de la torre hacía las veces de terraza del bar y pudimos ver el paisaje a varios kilómetros a la redonda. Había incluso un catalejo, pero acostumbrado a los de España ni lo miré, porque no llevaba ya suelto, pero luego resultó ser gratis. Qué país. O te cuestan las cosas un pastón o te salen gratis. Después a comer. A las 3 y media había partido de fútbol, pero nosotros los españoles, que somos más chulos que nadie, aparecimos a las 4 y claro, ya estaban jugando 12 contra 12. Me dio pena por Alex, mi ruso, a quien le hace mucha ilusión jugar, pero que sufre las consecuencias de nuestras impuntualidades, pero resulta que el equipo formado por el resto del mundo y que se enfrentaba al combinado italiano estaba esperando a Alex (portero semiprofesional) como agua de mayo, así que al menos él pudo jugar. Los tardones nos echamos un partido paralelo de 4 contra 3 en un campito que nos improvisamos al lado.

La noche fue gloriosa, ya que invitamos a cenar a Celine y a su novio Hugo, ya que ella regresa hoy para Francia. En principio íbamos a ser 5, pero tras acoples diversos y siempre bienvenidos acabamos siendo 8. Alex y yo empezamos con los preparativos, mientras excusamos la ausencia de José que debía dar parte electrónico de sus últimas experiencias finesas. Creía que me moría haciendo la comida. Metimos en el horno un piazo (pedazo) carne de kilo y medio. Cuándo estaría hecha la carne? Dos horas era lo que calculábamos, pero en este avanzado país le pinchan a la carne con un sistema realizado con los últimos avances tecnológicos en materiales plásticos. Este artefacto bicolor, minúsculo y oculto a la vista por estar metido en el interior de la carne está programado para sentir el calor interior de la carne y ante el evento de alcanzar una temperatura especificada de antemano (65 grados, creo) cambia de forma, haciendo asomar una parte hacia el exterior de la carne. Solo le faltaba una lucecita LED que avisase intermitentemente y una grabación "La carne está en el punto óptimo para la degustación!" Pero lo mejor fue la salsa. "Alex, sabes hacer salsas para la carne?" "SI, bueno, más o menos". Empezamos a echarle de todo. No sé si caería alguna lágrima de risas mía, pero tampoco puedo desvelar el secreto de la salsa, por un lado ni me acuerdo de las perradas que le echamos a la sartén, por otro lado pueden estar leyendo algunos de los consumidores de la salsa...

Acabamos los preparativos con algo de jamón y algo de chorizo. Cuando aparece Celine con "la pesca" (pescado en su español) ya empezamos a agradecer los acoplos. Al final no hubo que hincarle el diente ni nadie que lo hubiese logrado, ya que acabamos hasta arriba. Todo bien regado con la última botella de Rioja de la despensa. Al final tuve que sacrificarme y comerme el helado de un comensal que no pudo acabarse el suyo. La cena duró al menos 2 horas y también hubo muchas risas. No parecía una despedida. Aunque claro, si despides a alguien que conoces de hace un mes, tampoco tienes muchas experiencias comunes sobre las que llorar.

Qué susto! Acabo de ver por la ventana pasar un hombre que parecía ser un punki, con una cresta verde enorme, pero era una planta que llevaba consigo, puesta de tal manera que engañaba a mi vista de lince.

Y ya no cuento más, que me voy a la Uni a hacer algo productivo.

Un fuerte abrazo!

Tobias


Algún comentario desde el presente:
La torre del agua ahora no me parece nada cara, los precios en España han subido un montón desde entonces.
La comida de la Uni sigue siendo una patata (o muchas).
El ruso sigue siendo un campeón.
Nuestra efectividad en los barcos está bajo mínimos. De hecho, los barcos ya no se acuerdan de nosotros.
Feliz fin de semana!

3 comments:

Juan Pablo Arenas said...

Tobías

Sólo unas líneas para que me desmientas si eres un Neandertal. Leía esta mañana que el Neandertal tenía el pelo rojo y era de piel clara al igual que muchos humanos que viven en el hemisferio norte del planeta (textualmente lo decía así). Con lo cual se me ocurre un titular de prensa, el cual, como todo buen titular que se precie, intenta insinuar aunque pretenda negar: Tobías niega que sea un neandertal.

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/25/ciencia/1193329051.html

Tobias said...

Qué desmentidos ni qué leches! SOY UN NEANDERTAL! Es la mejor noticia que podía haber salido. Ahora ya puedo reivindicar mi propio hecho diferencial. Me voy a forrar pidiendo subvenciones por ser colectivo marginal y discriminado. Voy a ganar publicidad dando charlas acerca de cómo hay que concienciar a la sociedad de hoy contra los abusos de los de mi minoría. A ver si estas Navidades aprovecho que paso por España, que allí todas estas reclamaciones suelen tener mucho más éxito.
Un abrazo!
T

Juan Pablo Arenas said...

JAJAJA, Qué idea más buena. Podríamos proclamar la República de Neandertalandia. En cuestión de antigüedad no nos ganaría nadie. Tendríamos la lengua más anciana y venerable del planeta. Seríamos la envidia de los oprimidos. Nos forraríamos a subvenciones. Y en nuestras escuelas solo se enseñaría la forma de hacer hachas de silex, protegiendo a nuestros jóvenes de la asfixia centralista.

Te lo has perdido. Eso te pasa por no estar en España. Cuando seas mayor no podrás contárselo a tus nietos. Te lo inquirirán y tendrás que voltear la jeta avergonzado por tu desidia. Pero te está bien empleado. Por renegado y por hereje. Te has perdido la película que está poniendo a esta hora la 2. Son las 02.28 de la mañana y en la Segunda Cadena están echando una película de Gaby, Miliki, Fofó y Fofito. Te lo juro. Sería capaz de mantener este testimonio ante un tribunal. No te imaginas qué diálogos. Qué situaciones. Y te la has perdido. Espero que sepas aceptar la ignominia que te mereces.